Los alimentos nos proporcionan la energía y las sustancias que nuestro cuerpo necesita para jugar, estudiar, hacer deporte...
Por ello es necesario comer varias veces al día.

En la boca masticamos los alimentos. Los dientes los cortan y los trituran. Con la ayuda de la lengua se mezclan con la saliva para ablandarlos.

Cuando tragamos, los alimentos triturados pasan por un tubo llamado esófago y llegan al estómago. Después, las sustancias que el cuerpo necesita pasan a la sangre y se distribuyen por todo el cuerpo.

Los restos de los alimentos que no se pueden aprovechar se expulsan del cuerpo con las heces, por el ano.

Al nacer, las personas no tenemos dientes. En el primer año de nuestra vida nos empiezan a crecer los dientes de leche.

A partir de los seis años los dientes de leche empiezan a caerse y crecen los dientes definitivos.